Esta tarde huele a lluvia, a ti,
a olas marinas colgándose del aire,
es tierra mojada,
una calle de luces a través de tus ojos.
El viento huele a besos en manos extendidas,
a noches de sueños
y duermes,
aquí estas dormida.
Tengo el pecho en pausa
como anclado a la tarde en que faltas,
y en la distancia donde nada existe
la noche emerge para cubrir sin prisa mi ventana…
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