Un día me acuesto hacia allá, otro hacia acá;
Tan facíl que es pensar o tal vez no pensar,
un grillo le canta a la ventana y yo,
lo miro a través de un vaso relleno con palabras, palabras, palabras...
y la noche se deshace en los astros y la luna cae en mis manos;
aunque me cambie de lugar,
aunque me siente,
aunque me pare de manos o me cuelgue del techo,
así es siempre , sin fin, sin retorno
hasta que amanece y termino cerrando los ojos.
Jesus Alberto Rodriguez Rivera.